La articulación temporomandibular (ATM), que conecta la mandíbula con el cráneo, es fundamental para acciones cotidianas como hablar, masticar, incluso bostezar. Cuando esta articulación o los músculos asociados presentan problemas, pueden surgir los Trastornos Temporomandibulares (TTM), que afectan significativamente la calidad de vida. En la Clínica Odontológica UDP, contamos con un programa de Especialidad en Trastornos Temporomandibulares único en el país.
La Especialidad de Trastornos Temporomandibulares es la especialidad odontológica dedicada al estudio, diagnóstico y tratamiento de las condiciones que afectan la articulación temporomandibular, los músculos masticatorios y las estructuras asociadas. Estos trastornos pueden tener múltiples causas y manifestarse de diversas maneras.
Enfocamos el manejo de los TTM con un enfoque multidisciplinario, buscando una comprensión integral de su condición para ofrecer soluciones personalizadas. Algunos de los beneficios de agendar en Clínica Odontológica UDP son:
Las causas son multifactoriales e incluyen el estrés, el bruxismo (apretamiento o rechinamiento de dientes), traumatismos en la mandíbula o la cara, problemas de oclusión (mordida), artritis o predisposición genética.
El diagnóstico se realiza mediante un examen clínico exhaustivo, la revisión de sus síntomas, la palpación de los músculos masticatorios y la articulación, y en algunos casos, el uso de imágenes como radiografías, tomografías o resonancias magnéticas.
Los tratamientos varían según la causa y gravedad e incluyen terapias conservadoras como el uso de dispositivos interoclusales (planos de relajación), fisioterapia, manejo del estrés, medicación para el dolor y la inflamación, y en casos más complejos, procedimientos más invasivos.
No siempre, pero son una herramienta muy común y efectiva para muchos tipos de TTM, especialmente aquellos relacionados con el bruxismo o sobrecarga muscular, ayudando a proteger los dientes y relajar los músculos.
La duración del tratamiento varía significativamente según el tipo y la gravedad del trastorno, así como la respuesta individual del paciente. Algunos pacientes experimentan alivio rápido, mientras que otros requieren un manejo a largo plazo.
Aunque no todos los TTM son prevenibles, manejar el estrés, evitar hábitos como morderse las uñas o masticar chicle en exceso, y buscar tratamiento temprano para el bruxismo pueden ayudar a reducir el riesgo.